Por José Hermosa
El presidente estadounidense, Donald Trump, se prepara para llevar ante la Corte Suprema de Justicia los múltiples indicios de corrupción que caracterizan el conteo de los votos de la elección presidencial.
«Creemos que va a haber muchos litigios porque tenemos tantas pruebas, tantas pruebas, que va a terminar tal vez en el más alto tribunal del país, ya verán», expresó en una rueda de prensa el 5 de noviembre, según Breitbart.
«Creemos que habrá muchos litigios, porque no podemos permitir que nos roben las elecciones de esta manera», reiteró el presidente Trump.
Luego de que se expusiera uno de sus casos ante la Corte Suprema esta dictaminó que su reclamación era válida y falló en su favor.
Así, emitió una orden el 6 de noviembre, mediante la cual los funcionarios electorales de Pensilvania separarán las boletas de voto por correo recibidas después del día de las elecciones.
Para Trump el hecho de admitir el fraude y el engaño en el proceso electoral es un delito que perjudica a la nación, independientemente de quién resulte ganador en estas elecciones.
Por eso agregó: «Nuestro objetivo es defender la integridad de la elección. No permitiremos que la corrupción se robe una elección tan importante o cualquier otra elección en ese sentido».
Las irregularidades van desde la votación realizada con datos de personas muertas hasta cantidades de votos por Trump hallados en los basureros.
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Asimismo, se descubrió que un software utilizado en Michigan para contabilizar los votos, transfirió miles de ellos al candidato demócrata presidencial, Joe Biden, estando a nombre de Trump.
Circunstancialmente, al parecer, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, es la propietaria de la empresa que presta esos servicios de software.
Además se han generado insólitos récords, tal como lo hizo notar Eric Trump, el hijo del presidente, en uno de sus tuits.
“¿Alguien cree que Biden, un candidato que tuvo dificultades para llenar una habitación, obtuvo 8.89 millones de votos más que Obama 2012?”, escribió.
Agregando: “Esto mientras Donald Trump estableció récords de votación nunca antes vistos en el Partido Republicano (logró 7,5 millones de votos más en 2016) y está «abajo»?”

«Queremos que se cuente cada voto legal, y yo quiero que se cuente cada voto legal», recalcó Trump en la misma ocasión, según Britbart.
«Queremos apertura y transparencia, sin salas de recuento secretas, sin votos misteriosos, sin votos ilegales emitidos después del día de las elecciones», agregó.