El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo este martes que los subsidios para los más pobres aprobados por su Gobierno en el marco del combate a la pandemia de coronavirus «no pueden ser para siempre», aunque así lo quieran los «comunistas».

En un claro mensaje a los mercados financieros, en los cuales se teme que el Gobierno aumente aún más el ya elevado gasto público en medio de una aguda crisis fiscal, Bolsonaro ratificó en sus redes sociales que «la responsabilidad fiscal» es prioridad en su gestión.

Lea también: Argentina, nación vendida a globalistas y al régimen chino: las verdaderas razones de la cuarentena interminable

Las dudas surgieron en el marco de un profundo debate en el seno del Gobierno en búsqueda de fórmulas que permitan expandir el gasto en subsidios sociales, aumentado en forma exponencial desde abril pasado para atenuar el impacto económico de la COVID-19, que ya deja en el país más de 140.000 muertes y 4,7 millones de casos.

Hasta la irrupción del coronavirus, unos 40 millones de personas de las clases menos favorecidas recibían cerca de 200 reales (hoy 36 dólares) por mes mediante el programa Bolsa Familia.

Con la pandemia, el valor del auxilio fue elevado a 600 reales (110 dólares) y pasó a llegar a unos 65 millones de personas, pues incluyó a beneficiarios del Bolsa Familia y también a trabajadores informales y a aquellos que perdieron sus empleos por la COVID-19.

Le recomendamos:

«El auxilio de emergencia, infelizmente para los comunistas y los demagogos, no puede ser para siempre», justificó este martes en sus redes sociales.

Sin embargo, explicó que los estudios del Gobierno para aumentar la ayuda a los pobres pretende «anticiparse a los graves problemas sociales que pueden surgir en 2021 si no se hace nada para atender a esa masa que perdió todo, o casi todo».

Lea también: «Cuando más encerrada tenés a la gente, más se te van a morir porque no crean la inmunidad necesaria”: afirma médico argentino

También insistió en responsabilizar de esa situación social a los alcaldes y gobernadores, que por imperativos constitucionales fueron los que promovieron las medidas de aislamiento social impuestas por la pandemia, pese a la oposición del Gobierno a esas restricciones.

«La política de ‘quédese en casa que la economía viene después’ acabó y el ‘después’ llegó. La prensa, que tanto apoyó el ‘quédese en casa’, ahora no presenta opciones para atender a esos millones de desasistidos», señaló, para apuntar que «los responsables por la destrucción de millones de empleos ahora se callan».

Fuente: Panam Post

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas