Traducido de The Washington Free Beacon por Tierrapura.org
En el 75º aniversario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el día martes, el líder chino Xi Jinping esbozó su visión del mundo en un discurso que, según los expertos en política exterior, ignoró la historia demostrada de su propio país de trabajar en contra de los valores por los que abogaba.
“China seguirá siendo un verdadero seguidor del multilateralismo”, dijo Xi a los espectadores en su propio discurso pregrabado. “Seguirá participando activamente en la reforma y el desarrollo del sistema de gobernanza mundial. Defenderá firmemente el sistema internacional centrado en la ONU, sostendrá con firmeza el orden internacional respaldado por el derecho internacional y defenderá con firmeza el papel central de la ONU en los asuntos internacionales”.
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Xi añadió también que la Organización Mundial de la Salud seguía siendo parte integrante de la misión internacional de China y de la salud pública mundial, aplaudiendo sus esfuerzos.
“El unilateralismo es un callejón sin salida”, dijo Xi. “La mentalidad de la Guerra Fría, las líneas ideológicas o el juego de suma cero [sic] no son una solución al problema de un país, y menos aún una respuesta a los desafíos comunes de la humanidad”, añadió en un discurso no tan sutil en Washington.
Los expertos en China señalaron la hipocresía de las observaciones de Xi, teniendo en cuenta el historial demostrado de China en cuestiones relativas a los derechos humanos, el estado de derecho y el multilateralismo.
“Xi Jinping sugirió hoy que las Naciones Unidas deben defender la justicia, el estado de derecho, la cooperación y la acción real. Estas son peticiones razonables, pero extrañas viniendo de Xi”, dijo el investigador del American Enterprise Institute, Zack Cooper, al Washington Free Beacon.
El experto de la Fundación Heritage, Brett Schaefer, compartió preocupaciones similares sobre el discurso de Xi. “Es irónico ver a China instando a la ONU a defender el estado de derecho y pidiendo respeto mutuo e igualdad entre todas las naciones, ya que rechazó el fallo contra Beijing de la Corte Permanente de Arbitraje de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, que China ha ratificado, y sigue reclamando ilegalmente el control de zonas del Mar de la China Meridional”, señaló Schaefer.
“La falta de transparencia y cooperación de Beijing en la notificación del brote de COVID-19 contribuyó directamente a su propagación, que provocó cientos de miles de muertes y la pérdida de producción económica por valor de billones de dólares”, añadió Schaefer. “En estas observaciones, Beijing está tratando nuevamente de evitar la responsabilidad por sus acciones y la OMS, vergonzosamente, ha ayudado a China en este esfuerzo”.
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Los comentarios de Schaefer apoyan conclusiones similares hechas en un informe de esta semana escrito por el personal republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara. El informe acusa a China y a la OMS de haberle costado, a China y al mundo, miles de vidas y de haber empeorado la pandemia al dirigir una respuesta de coronavirus adaptada a los intereses internos chinos.
“China apoya el orden internacional y el derecho internacional solo en la medida en que puede utilizar ese sistema para promover sus intereses, como lo demuestra su beligerancia hacia sus vecinos, sus depredaciones contra su propio pueblo y su apoyo y disposición a utilizar su veto para proteger a los países más desestabilizadores del mundo como Corea del Norte”, dijo Schaefer.