Desde el triunfo de Alberto Fernández, Argentina entró en un nuevo periodo de relaciones carnales, esta vez con China. El PJ mantiene dialogo abierto con el Partido Comunista y el país entrará en la Nueva Ruta de la Seda china.

Desde La Derecha Diario venimos siguiendo los peligrosos acercamientos del Gobierno kirchnerista en los últimos meses al Partido Comunista Chino.

El afianzamiento de las relaciones bilaterales con China ha sido una prioridad estratégica de Alberto Fernández, y que Cristina Fernández de Kirchnner ha ejecutado personalmente ni bien asumió en su cargo. Minutos después de jurar, ya estaba recibiendo a los delegados del mencionado país asiático, y de otro viejo conocido de la Doctora, la Federación Rusa.

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En estas últimas semanas, la cúpula del Partido Justicialista y representantes del Partido Comunista Chino han estado manteniendo reuniones de formación e intercambio de conocimientos políticos, con ya tres seminarios distintos por teleconferencia.

En el último de estos seminarios, Jorge Taiana, encargado de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de la Nación Argentina, informó que la Vicepresidente encabezará las negociaciones para la incorporación del país a La Franja y BRI (Belt and Road Initiative), mejor conocida como “La Ruta de la Seda” del siglo XXI.

Este mega proyecto de infraestructura chino que aspira a extenderse por todo el mundo, evoca a las viejas rutas comerciales que unían a Occidente con el Lejano Oriente del Gran Khann.

La BRI data del año 2013 y promete inversiones millonarias en infraestructura en países en todo el mundo, como puertos, aeropuertos, puentes, rutas, y más, con el único objetivo de facilitar el comercio entre ellos y China. Estas inversiones no buscan la prosperidad de las naciones, sino que lo que se quiere es crear una conexión y una dependencia de Beijing. Estas obras terminan siendo siempre controladas directamente por autoridades chinas.

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Países como Croacia, Bélgica, Grecia o Laos ya firmaron convenios con el gobierno de Xi Xinping, que espera que dichas obras motoricen la reactivación económica pos pandemia de su país. Argentina, bajo el liderazgo de Alberto y Cristina Fernández, busca incorporarse a esta iniciativa, y pretende ampliar las ya numerosas inversiones orientales en territorio nacional.

El comunciado ofical del PJ dice textual:

“La incorporación de Argentina a La Franja y la Ruta abre un abanico de posibilidades de financiamiento para obras de infraestructura y para desarrollos de distintos tipos”

Este acercamiento, positivo en un principio, esconde el germen de una relación de dependencia que la dictadura comunista ya ha aplicado en media docena de países en desarrollo, y Argentina cumple todas las condiciones.

La sanción de una ley en el Senado que autoriza la creación de un centro cultural Chino en el país, que tendrá la autoridad para establecer convenios por separado con todos los órganos y niveles del estado, así como del sector privado establecen el precedente de una misión diplomática y comercial paralela china, que extenderá sus tentáculos por toda la clase dirigente e intensificando la influencia del gigante asiático.

Gildo Insfrán, el gobernador ultra kirchnerista de Formosa, participando de uno de los seminarios.

La ofensiva china tiene varios frentes, por ejemplo este acuerdo de inversión se suma a un incremento histórico en los intercambios bilaterales entre ambos países, siendo China actualmente el principal socio comercial de Argentina.

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Además, gracias a un swap existente por 18.500 millones de dólares en yuanes, el 42% de las reservas argentinas en divisas internacionales están en moneda china, y si se concreta el cambio adicional que el Banco Central está negociando, se le sumará a este monto otros 3.000 millones de dólares en yuanes, por lo que más de la mitad de las reservas le pertenecerán al Partido Comunista.

El kirchnerismo se pasó dos décadas criticando las “relaciones carnales” del gobierno de Menem con Estados Unidos, pero ahora inaugura un nuevo periodo de relaciones carnales con los sombríos y tenebrosos burócratas chinos.

Las cartas están jugadas y Argentina ya decidió de qué lado del mundo quiere estar cuando el velo del COVID-19 se disperse y el mundo occidental decida tomar cartas en el asunto contra China.

Fuente: La Derecha Diario

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