El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, advirtió cómo los “tentáculos” del Partido Comunista Chino (PCCh) se han infiltrado en Occidente y alertó que lo único que busca Beijing es “destruir” las instituciones democráticas de los países libres.
“El PCCh ha lanzado una campaña orquestada, a través de todos sus muchos tentáculos en el gobierno y la sociedad china, para explotar la apertura de nuestras instituciones con el fin de destruirlas”, dijo Barr el jueves en el Museo Presidencial Gerald R. Ford de Michigan.
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Según las declaraciones del fiscal general, recogidas por Fox News, para alcanzar sus objetivos, Beijing está utilizando “una amplia gama de tácticas depredadoras y a menudo ilegales” que incluyen la manipulación de la moneda, el robo de la propiedad intelectual, los ataques cibernéticos y el espionaje.
Advertencia a la industria estadounidense
Barr se dirigió también a la industria estadounidense, desde el entretenimiento y la tecnología hasta la farmacéutica, apuntando que muchos sectores productivos se han vuelto “peligrosamente dependientes” de China.
Tal es el caso de los materiales de tierras raras utilizados en una amplia variedad de dispositivos tecnológicos e ingredientes farmacéuticos activos (API, por sus siglas en inglés).
“Como señaló un funcionario de la Agencia de Salud de la Defensa, si China decidiera limitar o restringir la entrega de API a los Estados Unidos, podría resultar en una grave escasez de productos farmacéuticos para usos tanto domésticos como militares”, advirtió el funcionario de la Administración Trump.
Pero aún más, Barr describió como el régimen chino se ha aprovechado de las instituciones estadounidenses para robar datos y falsificar productos.
“La ambición final de los gobernantes chinos no es comerciar con Estados Unidos (… ) Es hacer una redada en los Estados Unidos”, afirmó.
En este marco, Barr lamentó que muchas empresas estadounidenses, tentadas por el mercado chino, hayan cedido ante las exigencias del PCCh.
“Tristemente, los ejemplos de empresas americanas que se inclinan ante Beijing son legión”, aseguró Barr.
El funcionario puso como ejemplo la industria del entretenimiento, puntualmente cómo Hollywood “censura regularmente sus propias películas para apaciguar al Partido Comunista Chino” y, de esa forma, no arriesgarse a que sus películas no puedan entrar a China.
“Los censores del gobierno chino no necesitan decir una palabra, porque Hollywood está haciendo su trabajo por ellos”, sostuvo el fiscal general.
Barr también apuntó a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley por estar “demasiado dispuestos a colaborar con el PCCh”.
Ejemplo de ello, citó el funcionario, es cómo Apple retiró la aplicación de noticias Quartz de su tienda online porque China se oponía a su cobertura de las protestas en Hong Kong.
“Si eres un líder de negocios americano, apaciguar a la República Popular China (RPC) puede traer recompensas a corto plazo. Pero al final, el objetivo de la RPC es reemplazarte”, sintetizó Barr.
Crece la tensión
Las declaraciones del fiscal general Barr se dan en el marco de una creciente tensión en las relaciones bilaterales entre Beijing y Washington.
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El 7 de julio, el director del FBI, Chris Wray, emitió un fuerte discurso acusando al PCCh de tratar de robar investigaciones e innovaciones científicas estadounidenses. Aseveró que es tal la cantidad de amenazas provenientes del país asiático, que el FBI lanza una investigación de contraespionaje relacionada con China cada 10 horas.
Asimismo, dos días después, la Casa Blanca impuso sanciones a cuatro funcionarios chinos por los abusos de los derechos humanos cometidos contra la minoría musulmana uigur. Entre los afectados, se encuentra un alto dirigente del PCCh.
Beijing respondió bloqueando la entrada al país asiático a los legisladores republicanos Chris Smith, Marco Rubio y Ted Cruz, así como a Samuel Brownback, embajador de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional.
Smith, representante por Nueva Jersey, dijo en entrevista con Fox News el martes que las sanciones impuestas por el régimen chino a los funcionarios estadounidenses eran una “manifestación más de la intimidación de Xi Jinping, máximo dictador de China”.
El legislador norteamericano acusó a China de “aplastar la libertad religiosa” y del “uso generalizado de la tortura”.
En ese marco, recordó la persecución que el régimen chino ha impartido por años contra católicos, cristianos y budistas tibetanos. Smith también ha abogado por la disciplina milenaria de la Escuela Buda conocida como Falun Dafa (o Falun Gong), que es perseguida por las autoridades chinas desde 1999.
Miguel Díaz
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