Por José Hermosa
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU (OHCHR) ha causado indignación en varios sectores uniéndose al régimen chino al aprobar la nueva ley mediante la cual este reprime a Hong Kong, y respaldando otros hechos contrarios a su misión.
La reciente votación impulsada ante la OHCHR por el Partido Comunista de China (PCCh) determinó que la mayoría de los países participantes aprobó la ley que despoja a Hong Kong de la autonomía obtenida mediante un tratado internacional y que se prevé que dará fin a la libertad que le permitió brillar en la escena mundial.
“La misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH) es trabajar para la protección de todos los derechos humanos de todas las personas”, pero la anterior votación niega a los 7.5 millones de hongkoneses el derecho a la autodeterminación y por el contrario avala la violación de sus derechos.
El hecho de que 40 de los 53 países que estuvieron a favor del PCCh en esa votación participaran del programa conocido como la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative) evidencia la dependencia económica que tienen del régimen chino, perdiéndose así la independencia y neutralidad básicas en la toma de decisiones internacionales sanas.
Resulta contradictorio que junto al régimen chino pertenezcan al OHCHR Cuba, Irán, Corea del Norte, “Palestina”, Siria, Yemen, Zimbabwe y otros de los países calificados como los mayores violadores de los derechos humanos.
Las irregularidades presentadas en las actuaciones de la OHCHR fueron de tal magnitud que Estados Unidos se retiró de ella en 2018, evidenciando que aquella no cumple con la misión para la cual fue creada, sino que, por el contrario, avala a quienes la violan.
Desde el primer día de la aprobación de la controvertida ley cientos de defensores pro-democracia fueron detenidos y la represión que se espera a continuación infunde terror a quienes actuaron en defensa de su libertad.
Entre las mayores violaciones a los derechos humanos que ejecuta el PCCh, se cuentan aplicación obligatoria masiva de métodos de control de la natalidad a la mujeres de la etnia Uigur, de mayoría musulmana, a una escala tal que se es considerada como de “genocidio demográfico”.
Por otra parte, la extracción forzada de órganos para la comercialización es otra de la formas de quebrantar los derechos básicos de las personas, en particular de los miembros de la tradición espiritual milenaria Falun Dafa, como documenta el sitio especializado Minghui.
Por otro lado, recientemente se denunció el bloqueo de la OHCHR a la denuncia que se le autorizó a un científico disidente cubano.
Ariel Ruíz Urquiola trató de denunciar el tráfico de seres humanos que perpetra el régimen comunista cubano, para lo cual le concedieron tan solo 90 segundos, pero los aliados del régimen comunista lo interrumpieron a lo largo de 13 minutos, impidiendo su denuncia, según Breitbart.
Es por las continuaciones violaciones a los derechos humanos, las numerosas agresiones a otros países y el controvertido manejo de la pandemia del virus PCCh (Partido Comunista de China) que muchos países y organizaciones toman medidas que ayuden a contrarrestar la amenazante influencia que el régimen chino está ejerciendo en todo el mundo.