La Corte Suprema de los Estados Unidos ha ratificado el derecho que tiene EE. UU. de distribuir ayudas a organizaciones extranjeras poniendo por delante los intereses del país, dejando claro que el dinero estadounidense que se gasta en el extranjero debe apoyar los intereses estadounidenses.
De acuerdo con The Daily Signal, La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, agencia federal de ayuda exterior de EE. UU., ganó por un voto de 5-3 sobre la Open Society, filial del megagrupo multimillonario George Soros, Open Society Foundations, en un caso que afirma un principio vital de la participación extranjera de los Estados Unidos.
El Tribunal Supremo estableció como prerrogativa del gobierno exigir a las organizaciones extranjeras cumplir con los compromisos exigidos por EE. UU. para poder recibir los fondos, lo que llevó a que Open Society Foundations declarara que los Estados Unidos no podían retener fondos de grupos extranjeros que contradigan sus puntos de vista.
En el mismo sentido la Corte Suprema rechazó los señalamientos de la Open Society de que las entidades extranjeras merecían los mismos derechos que las de sus contrapartes estadounidenses.
Según señaló el Juez Brett Kavanaugh, los Estados Unidos “suministran más ayuda extranjera que cualquier otra nación en el mundo (…) El Congreso puede condicionar la financiación de los compromisos ideológicos de una organización extranjera (…) pro-democracia, derechos de las mujeres, antiterrorismo, pro libertad religiosa, trata de personas contra el sexo o similares”.
El fallo del Tribunal Supremo además tendría un amplio efecto en las propiedades estadounidenses y de acuerdo con la condicionalidad establecida por el Congreso, “ayuda a garantizar que la ayuda exterior de los Estados Unidos sirva a los intereses de los Estados Unidos”.
Como señala The Daily Signal, el gobierno de los EE. UU. ha mantenido una postura muy firme en cuanto a la política exterior, y por lo mismo hace poco anunció el retiro de los Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud, que llegó a recibir US $900 millones en fondos estadounidenses tan sólo el año pasado.
Al mismo tiempo el gobierno norteamericano envió una solicitud a la USAID pidiendo que la asistencia del virus del PCCh (Partido Comunista chino) de las Naciones Unidas no se destinara al aborto, haciendo referencia a que el dinero estadounidense no debería de canalizarse a través de organizaciones internacionales para fines que violen los intereses de EE. UU.
En cuanto a Soros, días atrás el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, bloqueó la financiación de una de sus organizaciones y así mismo se espera que sus operadores sean despojados de los derechos de la Primera Enmienda contemplados en la Constitución de los Estados Unidos.
El lunes 29 de junio la Corte Suprema de los EE. UU. falló en contra de la Alianza para la Sociedad Abierta Internacional de George Soros por sus vínculos con el extranjero, dicha organización precisamente estaba presionando para obtener fondos destinados a la lucha contra el VIH/SIDA en todo el mundo.
Si bien la organización de extrema izquierda presionó y apeló en una demanda dirigida al gobierno de los Estados Unidos buscando financiamiento, una ley del gobierno que prohíbe la participación de cualquier organización que apoye la prostitución evitó un acceso a los fondos federales y terminó imponiendo el fallo.
“En resumen, las filiales extranjeras de los demandantes son organizaciones extranjeras, y las organizaciones extranjeras que operan en el extranjero no tienen ningún derecho en virtud de la Constitución de los Estados Unidos”, expresó entonces el juez Kavanaugh.
Como señala The Daily Signal, las condiciones de ayuda de los Estados Unidos están diseñadas no solo para mejorar los intereses estadounidenses, sino también para ayudar a promover los derechos humanos en el extranjero, un proceso que puede ser imperfecto en su ejecución, pero que de ninguna manera debe ser mutuamente excluyente.
Por: César D. Múnera
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