Redacción Tierra Pura – Actualmente, alrededor de 200 activistas de Hong Kong han logrado escapar a Taiwán luego de que estallaran el año pasado las masivas protestas para frenar la injerencia del poder político de China continental en la región semi-autónoma el cual busca abolir la regla de “un país, dos sistemas”.
Las nuevas leyes de seguridad que están entrando en rigor en Hong Kong generan poco a poco una mayor presión para las libertades civiles, la democracia y la autonomía de la ex colonia británica, condenando cualquier tipo de expresión antigubernamental, censurando la promoción de la secesión, la subversión y la influencia extranjera.
Por lo tanto, Taiwán no ha dudado en ponerse al orden del día con la problemática a la que se ven abocados decenas de jóvenes activistas hongkoneses y al día de hoy un 10% de ellos ya han adquirido visas mediante la promoción de una ley que protege a las personas de dicho territorio que se encuentran en peligro por razones políticas, de acuerdo con Express UK.
Como señala el medio citado, la presidente del país, Tsai Ing-Wen, lidera la iniciativa que busca ayudar a los ciudadanos de Hong Kong que no tienen otra opción que buscar refugio a medida que se endurecen los controles del régimen chino sobre la región administrativa especial.
Es por eso que hace poco el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán anunció que a partir del 1 de julio comenzaría a operar una nueva oficina gubernamental que tiene por objetivo “manejar prácticamente el socorro y la atención humanitaria” concerniente a la situación actual de los hongkoneses.
Como señala The Guardian, desde el mes de octubre Taiwán ha permitido que varios manifestantes reciban alojamiento y ahora es una realidad el apoyo que impulsa a los manifestantes que han participado de las protestas antigubernamentales.
Según indicó al diario británico, Ben, un activista anónimo que se mudó a la isla, expresó: “Los manifestantes ya no pueden ayudar a Hong Kong, así que lo que podemos hacer es poner nuestro poder en el extranjero”.
“Sabemos que nos estamos muriendo, pero esperamos que China pueda recibir el mismo castigo. Queremos que lo que nos está pasando le pase a China”, expresó el joven activista de 21 años que añadió: “Queremos que todo el mundo piense ‘¿queremos hacer negocios con un país que trata a la gente tan mal’”.
Desde que los manifestantes hongkoneses se convirtieron en refugiados en Taiwán, las autoridades de la isla han promulgado medidas que permitan la extensión de visas así como las ofertas de inscripciones en universidades para agilizar el trámite de la visa, y tan sólo el miércoles pasado Taiwán dijo que relajaría aún más las restricciones fronterizas para permitir que las personas de Hong Kong ingresen por razones humanitarias.
Respecto a la situación de los refugiados, el portavoz de la oficina presidencial de Taiwán, Kolas Yotaka, declaró: “Taiwán condena enérgicamente a China por dañar la democracia y los derechos humanos en Hong Kong, y seguirá ayudando a los hongkoneses a proporcionar apoyo y asistencia práctica basada en nuestras leyes”.
La oficina designada a ocuparse de la situación de los activista y defensores de los derechos humanos que escapan de Hong Kong así mismo espera brindar alivio económico para los recién llegados a Taiwán.
Por su parte, el gobierno de Reino Unido del mismo modo se ha comprometido con impulsar la oferta de ciudadanía a los hongkoneses en medio de las presiones políticas del régimen comunista chino.
El pasado 3 de junio el primer ministro Boris Johnson anunció que espera recibir a 3 millones de residentes de Hong Kong en el Reino Unido como respuesta a las medidas represivas impuestas por el Partido Comunista Chino.
“Muchas personas en Hong Kong temen que su forma de vida, que China [el PCCh] prometió defender, está bajo amenaza. Si el PCCh procede a justificar sus miedos, entonces Gran Bretaña no podría, en buena conciencia, encogerse de hombros y alejarse; en su lugar, cumpliremos con nuestras obligaciones y ofreceremos una alternativa”, expresó Johnson.
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