Traducido de Zero Hedge por Tierrapura.org
Mientras que otros países y sociedades están regresando a la vida normal, en Gran Bretaña, la locura del distanciamiento social continúa. Por alguna razón, los funcionarios del gobierno británico parecen desesperados por aferrarse a la crisis, y cada semana imponen nuevas restricciones que solo son realmente efectivas para una cosa: obstaculizar los negocios y el comercio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, sigue confundido sobre el tema y, por alguna razón, parece que no puede abandonar la sagrada “regla de los dos metros”.
Se ha convertido en una farsa de proporciones históricas. Como regla general, el gobierno se ha resistido a cualquier exigencia de las empresas de reducir el límite de distanciamiento que impuso arbitrariamente de 2 metros a 1 metro. Esto habría ayudado enormemente a las empresas a evitar el costoso cumplimiento de las normas de salud y seguridad y a reabrir este verano.
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Mientras el gobierno y su equipo científico tambalean de un lado a otro, la economía continúa cayendo y el desempleo se dispara.
Mientras tanto, los científicos del aclamado comité de expertos del Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (conocido como “SAGE” por sus siglas en inglés) están ocupados emitiendo advertencias a los ministros de que los ciudadanos tendrán que usar mascarillas y también “minimizar el tiempo que pasan juntos” si se sientan a menos de 2 metros de distancia.
Ya se sabe, según datos reales y la experiencia de los países europeos, que el virus era estacional y ya ha “abandonado el edificio”, y que el único grupo demográfico que corría un riesgo grave era el de las personas mayores con comorbilidades crónicas, y más concretamente, los residentes en hogares de ancianos.
¿Por qué los funcionarios del gobierno del Reino Unido todavía se resisten en flexibilizar las medidas de distanciamiento social? ¿Se ha convertido esto en una especie de ejercicio político elaborado para salvar su reputación, o hay una agenda más grande de ingeniería social en marcha?
El UK Telegraph informó:
Los principales científicos dijeron que la regla de los dos metros no tiene ningún fundamento científico, al mismo tiempo que el Gobierno se ve cada vez más presionado a abandonar la medida.
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En un artículo escrito para The Telegraph, los profesores Carl Heneghan y Tom Jefferson, de la Universidad de Oxford, afirmaron que hay pocas pruebas que sustenten la restricción y pidieron el fin a las “normas oficiales”.
La Universidad de Dundee también indicó que no había indicios de que el distanciamiento de dos metros sea más seguro que el de un metro.
La declaración se produjo cuando dos ministros del Gobierno sugirieron el lunes que es probable que la regla se flexibilice tras una revisión encomendada por Boris Johnson, el primer ministro británico.
El martes, los comercios experimentaron caídas diarias del 41% en comparación con el mismo día del año pasado, mientras que se formaron enormes colas en el exterior debido a las exigencias de distanciamiento social.
Al examinar la evidencia actual de la regla de los dos metros, el profesor Heneghan y el profesor Jefferson examinaron 172 estudios citados en una revisión reciente de The Lancet y encontraron que solo cinco habían abordado explícitamente la relación que tiene el distanciamiento social con los contagios del coronavirus. Solo uno de ellos mencionó una cercanía de menos de 2 metros de los pacientes, y ese paper demostró que la proximidad no tuvo ningún impacto.
“Hacer cola fuera de las tiendas, evitar a los demás una vez dentro y no acercarse demasiado a otras personas en ninguna parte: el distanciamiento social se ha convertido en la norma”, escribieron.
“La regla de los dos metros, sin embargo, también está afectando seriamente a las escuelas, pubs, restaurantes y a nuestra capacidad para llevar a cabo nuestra vida diaria”.
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“Gran parte de la evidencia de este brote actual que sustenta las políticas es de mala calidad. Lo que necesitamos es motivación y lavado de manos, no reglas formalizadas”.
Un estudio de la Universidad de Dundee sugirió que el 78% del riesgo de infectarse ocurre a menos de un metro y que solo hay un 11% de posibilidades de que un aumento de la distancia marque la diferencia.
El Dr. Mike Lonergan, experto en estadística y epidemiología revisó 25 documentos compilados para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dijo:
“Nuestra conclusión es que evitar el contacto es muy importante y que una distancia de un metro puede ser ligeramente mejor que evitar el contacto, pero es poco probable que la diferencia sea mucha. Estos datos no dan ninguna indicación de que dos metros sean mejores que un metro”.
Queda la esperanza de que continúe emergiendo más ciencia real y análisis serios que puedan, con suerte, influir en el gobierno para que vuelva a la realidad, y dejar atrás la increíble castástrofe del confinamiento por el COVID. ¿Pero pueden hacerlo?