Redacción Tierra Pura – El jueves 28 de mayo desde el Ministerio de Salud de Rusia fue anunciado que no se prohibirá el uso de la hidroxicloroquina, un medicamento que hasta ahora ha recibido el respaldo de distintos investigadores y estudios científicos como tratamiento para el coronavirus y que así mismo ha sido recomendado por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Como señala RT, en el sitio web del Ministerio de Salud ruso se especificó que si bien este medicamento para el tratamiento de pacientes con la enfermedad está continuamente siendo controlado, no se implementarían medidas para prohibirlo.
“Se usan varios medicamentos para tratar a pacientes con Covid-19. Entre estos medicamentos se encuentra la hidroxicloroquina, que, debido a su efecto antiinflamatorio y al sistema inmunitario, se ha utilizado durante décadas para tratar la malaria, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico”, señaló el comunicado del ministerio ruso.
La decisión de Rusia genera contraste frente a la decisión de algunos países europeos como Francia, Italia y Bélgica, que prohibieron el uso de hidroxicloroquina siguiendo las determinaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud, organismo que ha sido cuestionado por ocultar información relevante sobre el desarrollo de la pandemia de coronavirus que ha provocando la muerte de millones de personas en el mundo.
De acuerdo con Reuters, el pasado lunes la OMS decidió suspender un ensayo a gran escala sobre la hidroxicloroquina argumentando los supuestos ‘problemas de seguridad’ que estaban implicados en la investigación.
La mencionada agencia de noticias internacional del mismo modo señaló que un regulador de la OMS en Reino Unido dio a conocer el miércoles la suspensión de un ensayo por separado, a menos de una semana de que comenzara, el cual estaba encabezado por la Universidad de Oxford y financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
Gates, cofundador de la empresa de software Microsoft, bajo la fachada de filántropo ha sido una de las principales figuras públicas que amparado por la idea de la eugenesia, que busca modificar de una manera deliberada los rasgos genéticos humanos, apoya la idea de una reducción en la población mundial.
En una de sus más recientes y polémicas declaraciones, Gates dio a conocer la propuesta de crear un certificado digital para identificar a los que reciban la vacuna para el coronavirus una vez que esté fabricada. Quienes lo reciban portarían un “tatuaje de puntos cuánticos” que es “un poco de tinte que es invisible a simple vista”.
El tatuaje que se podría leer con luz infrarroja almacenaría un archivo digital que podría leerse con un escáner o un teléfono inteligente. Este tatuaje de puntos cuánticos ya fue desarrollado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y fue financiado por Microsoft.
Entretanto, el tratamiento con hidroxicloroquina (HCQ) ha recibido el respaldo de miles de médicos en distintas partes del mundo. Según una encuesta internacional que trabajó con 2.171 médicos, el 37% calificó al medicamento como la terapia más adecuada para combatir la enfermedad del COVID-19, informó The New York Post.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Rusia informó que las recomendaciones para la implementación de la hidroxicloroquina provienen de varios estudios extranjeros que demuestran su efectividad y se ha incluido en varias guías clínicas nacionales e internacionales, incluyendo a Rusia.
“De acuerdo con los resultados del monitoreo de la seguridad de los medicamentos de hidroxicloroquina durante la pandemia de COVID-19 en la Federación de Rusia, no hubo resultados fatales asociados con la alteración del ritmo en pacientes con HCQ”, anunció el Ministerio de Salud ruso.
Como indica RT, el medicamento que es conocido por ser empleado frecuentemente contra la malaria alcanzó una mayor popularidad luego de que el presidente Trump recomendara su uso como posible tratamiento para el coronavirus el pasado 25 de mayo.
Por su parte, la OMS, que concluyó de manera definitiva los lazos de financiación con los Estados Unidos tras un reciente anuncio del presidente Trump, ha desestimado enfáticamente el uso de la hidroxicloroquina para la enfermedad del coronavirus, argumentando que los estudios relacionados a esta aún están en una etapa ‘experimental’.
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