Por Liwei Fu para Tierra Pura

El régimen comunista chino pagó 38 millones de dólares, mientras que los Estados Unidos estuvo pagando 450 millones de dólares al año a la OMS, casi 10 veces más. Sin embargo, China comunista parece controlar las decisiones de este organismo de la salud mundial.

No es de extrañar que el Presidente Trump haya declarado el lunes pasado: “La OMS ha sido un desastre; todo lo que dijeron estuvo mal, y están centrados en China”.

Hasta el momento no hay pruebas de que el virus haya sido creado artificialmente en un laboratorio. Y el régimen comunista chino, conocido por sus mentiras, dice que aún no tiene la capacidad de producir un virus en un laboratorio. Otra posibilidad es que el coronavirus se haya escapado del laboratorio de virología de Wuhan, y entonces el régimen comunista chino lo haya encubierto a propósito, tal como lo demuestran los testimonios y evidencias que gradualmente están saliendo a la luz.

El crimen del PCCh radica en el bloqueo intencional de la información y en la aplicación de métodos severos para evitar la fuga de información vital. Científicos, reporteros, médicos y enfermeras fueron silenciados, y algunos se hicieron desaparecer. Esta intención es criminal, ya que causó la muerte de cientos de miles de chinos y personas fuera de China. También “desaparecieron” muestras del virus y documentos, mientras limpiaron y desinfectaron completamente dos veces el mercado donde dice el PCCh que se originó el virus. Además, desde el principio hasta hoy, el PCCh ha controlado severamente el Internet y las redes sociales chinas para censurar mención sobre el virus PCCh (virus del Partido comunista chino).

El pueblo chino fue la primera víctima. El virus del PCCh probablemente ya estaba recorriendo las calles de Wuhan desde octubre de 2019, o por lo menos desde diciembre de 2019. Pero los ciudadanos de Wuhan continuaban con sus vidas normales, sin ninguna alerta por parte del Estado. Incluso las celebraciones oficiales del año nuevo chino, organizadas por los funcionarios del PCCh local, tuvieron lugar en Wuhan en la primera mitad de enero. Entonces, o bien los funcionarios comunistas locales no tuvieron conocimiento del virus hasta mediados de enero, o continuaron con la agenda oficial, con el motivo de restar importancia a los rumores sobre los muchos enfermos en los hospitales. ¿Cuántas personas se infectaron en estas celebraciones comunales? ¿Quién es el responsable de estas infecciones y también de las muertes?

Es evidente que el régimen comunista chino sabía de la existencia de este virus y su transmisión de persona a persona ya en diciembre de 2019, o incluso meses antes. Cada vez aparecen más hechos en todo el mundo que adelantan la fecha de conocimiento del PCCh sobre la existencia del virus.

Aunque no reconoció que el virus se transmitía de humano a humano, Beijing prohibió la exportación de suministros médicos y pidió a todas sus embajadas que compraran -en la medida de lo posible- todos los suministros médicos disponibles en el extranjero. Entre el 24 de enero y el 29 de febrero, el régimen comunista chino importó 25 mil millones de EPI (equipo de protección individual), incluyendo más de 20 mil millones de máscaras.

Las embajadas chinas también pidieron a los residentes chinos de todos los países extranjeros que compraran en los mercados minoristas todo lo que pudieran encontrar para su patria. Así que cuando el Occidente se despertó a la realidad de una pandemia -después de creer todo el tiempo a la OMS que minimizaba el peligro- no había casi nada de suministros médicos en los países fuera de China. Tanto, que ¡tuvieron que importar y comprar desde China! ¿Fue una manipulación del mercado? ¿Se acopia hasta agotar los insumos sanitarios de los mercados internacionales para que luego estos países tengan que comprar con urgencia de China? Basado en cómo acciona el PCCh en cuestiones del comercio internacional, este truco es más que posible.

Según las cifras oficiales, más de cuatro millones de personas se han infectado con el virus PCCh y más de 300.000 han muerto. Todo porque el PCCh cometió el crimen de encubrir un peligroso virus contagioso, originado en Wuhan. El PCCh no solo no se preocupó de que la gente de Wuhan lo transportara a otras partes de China, justo durante las vacaciones de Año Nuevo en enero, sino que también permitió que lo llevaran concientemente a otros países. Este tipo de comportamiento sin ninguna moral sólo es posible en un régimen comunista que únicamente se preocupa por mantener el control absoluto y el poder sobre el pueblo.

En los últimos 70 años de gobierno del régimen comunista chino, mentir, engañar y la falta de respeto por las vidas humanas ya son características del Partido Comunista chino. Unos pocos millones de muertes no son nada para el PCCh, que en su corta historia fue responsable de 85 millones de muertos solamente en China .

Mao Zedong puede ser llamado el “mayor asesino en masa del siglo XX”. Se estima que 85 millones de chinos murieron de forma no natural en los 70 años del régimen comunista. Desde el principio, el PCCh se esforzó por crear una nueva China “socialista” y los que no estaban de acuerdo eran eliminados mediante la ejecución, el encarcelamiento, la tortura o incluso la hambruna. La gran hambruna en China entre 1958 y 1962, fue la hambruna más grande hecha por el hombre en la historia de la humanidad. Las reorganizaciones erradas de las políticas comunistas agrícolas fueron la razón principal.

En frente de tantas demandas legales alrededor del mundo al PCCh por su rol en la pandemia, la posibilidad que el PCCh se presente ante un tribunal parece remota. No obstante, si no fuera castigado por un tribunal humano, ciertamente lo sería por el tribunal de Dios.

Un antiguo dicho chino -que el régimen comunista teme, considera como superstición y “viejo y anti revolución”- dice : “Siempre el bien será pagado por el bien, el mal por el mal”. Parece que el PCCh no está pagando ahora, sin embargo está empezando a pagar, porque el mundo se ha despertado. El PCCh tiene que rendir cuentas por todas las vidas que no hayan llegado a sus destinos predestinados, pero murieron bajo las manos y manipulaciones de esa entidad atea.

El PCCh, en contra del Cielo, ha negado el derecho de su pueblo antiguo chino de salvaguardar su fe en lo divino y ha exportado esta ideología a todo el mundo. Lo desmoraliza con promesas de riquezas, aniquilando los valores tradicionales alrededor del mundo y, finalmente, sigue con mentiras, escondiendo la verdad, mientras está en el camino de eliminar también pueblos fuera de China con un virus. El dicho se completa con otra frase: “si no pasa nada, no es que no se paga, sino el tiempo no ha llegado”. Si las vidas desaparecidas no llegan para cobrar, Dios cobrará para ellas. El tiempo ha llegado.

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