Desde las empresas de Wall Street hasta las instituciones de enseñanza superior, desde la Organización Mundial de la Salud hasta los medios de comunicación estadounidenses, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha puesto mucho esfuerzo en infiltrarse en muchos sectores de los Estados Unidos en las últimas décadas, utilizándolos como “poderes blandos” para exportar su ideología y su propaganda comunista, así como para influir en los principales responsables de la toma de decisiones y hacer avanzar su propio programa.
La exitosa infiltración y control del PCCh sobre ciertas entidades es especialmente evidente durante la pandemia del COVID-19, ya que estas organizaciones y medios de comunicación están ayudando al PCCh a encubrir la información y a trasladar la culpa.
Para el 15 de abril de 2020, más de dos millones de personas en todo el mundo han contraído el virus y casi 135.000 personas han muerto a causa de él.
La Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desempeñado un papel muy importante en la rápida propagación del virus del PCCh.
En la fase inicial de la pandemia, la OMS repitió las afirmaciones del PCCh de que el coronavirus no podía transmitirse entre humanos, a pesar de que las pruebas señalaban hechos diferentes. También ignoró las advertencias de Taiwán, que se puso en contacto con esta el 31 de diciembre de 2019 para informar sobre los casos de transmisión entre humanos.
Después de que el PCCh no pudo ocultar más la epidemia y ordenó el cierre del país, la OMS los elogió por haber tenido una respuesta oportuna.
Cuando países como Estados Unidos anunciaron restricciones de viaje a China, la OMS se opuso firmemente a ello y también declaró que el coronavirus no constituía una Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional, lo que eventualmente llevó a la propagación del virus por todos los países del planeta.
Después de haber criticado a la OMS por ser muy “centrada en China” y por “administrar y encubrir gravemente” la propagación del coronavirus, el Presidente Trump anunció durante la sesión informativa sobre el coronavirus del 14 de abril que detendría toda la financiación a la OMS.
Voice of America
En la declaración publicada por la Casa Blanca el 10 de abril, titulada “En medio de una pandemia, Voice of America gasta tu dinero para promover propaganda extranjera”, criticó a Voice of America, una cadena de noticias financiada por el gobierno de los Estados Unidos, por “hablar por los adversarios de los Estados Unidos, no por sus ciudadanos” y “amplificar la propaganda de Beijing” en la pandemia del coronavirus.
“Los periodistas deberían informar los hechos, pero VOA por el contrario ha amplificado la propaganda de Beijing. Esta semana, VOA llamó al cierre de Wuhan en China un “modelo” exitoso, copiado por gran parte del mundo, y luego tuiteó el video del espectáculo de luces del gobierno comunista que marca el supuesto fin de la cuarentena”.
“Aún peor, mientras que muchos de los medios de comunicación de EE. UU. toman lo que emite China, VOA fue un paso más allá: creó gráficos con las estadísticas del gobierno comunista para comparar el número de muertos del coronavirus en China con el de Estados Unidos. Como los expertos en inteligencia señalan, simplemente no hay manera de verificar la exactitud de las cifras de China”, dice la declaración de la Casa Blanca.
Portavoces de propaganda del PCCh
Incluso después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos identificara a cinco organizaciones de medios de comunicación estatales chinas como “misiones extranjeras” el 18 de febrero de 2020, fue preocupante ver a reporteros con vínculos con otros medios de propaganda china aparecer en las sesiones informativas de la Casa Blanca e intentar que el Presidente Trump elogiase los esfuerzos de Beijing para combatir la pandemia del coronavirus.
Wang Youyou, un reportero de Phoenix TV, dijo durante la sesión informativa del 6 de abril, que: “Solo la semana pasada, hubo múltiples vuelos procedentes de China llenos de suministros médicos. Compañías como Huawei y Alibaba han estado donando a los Estados Unidos como 1.5 millones de máscaras N95 y también muchos guantes médicos, y muchos más suministros médicos”.
Después de la larga declaración, preguntó: “¿Está cooperando con China?”.
En lugar de responder directamente a su pregunta, el Presidente Trump respondió: “¿Para quién trabajas, para China?”.
Wang afirmó que Phoenix TV era una empresa privada, pero su exdirector, Chung Pong, dijo a Fox News: “sé por experiencia personal que el contenido de Phoenix TV está sujeto a los dictados de la dirección del departamento central de propaganda comunista, la oficina central de propaganda comunista en el extranjero y el ministerio de asuntos exteriores, que frecuentemente envían instrucciones directamente a Phoenix Satellite TV”.
El senador Ted Cruz escribió en Twitter: “¡Phoenix TV ha estado librando una guerra de información en los EE. UU. durante años! ¡La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca dio un asiento en la conferencia de prensa de la Casa Blanca a un empleado del gobierno comunista chino, para hacer preguntas televisadas al Presidente de los Estados Unidos, al mismo tiempo que China está llevando a cabo una campaña de propaganda para ocultar su culpabilidad y encubrimiento del virus de Wuhan?”.
Solo unos días después de la aparición de Wang durante la sesión informativa, otro reportero llamado Ching-Yi Chang le dijo al presidente Trump que era de Taiwán, cuando en realidad trabaja para Dragon Television, otro medio de comunicación estatal chino propiedad de Shanghai Media Group, uno de los mayores grupos de medios de comunicación estatales de China.
Grupos de investigación
En respuesta al intento del PCCh de controlar la narrativa sobre la epidemia del coronavirus, EE. UU. está formando diferentes grupos de trabajo para investigar el tema y pedir medidas para detenerlo.
El representante Michael McCaul, miembro de alto rango de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo que ha pedido al Departamento de Estado que investigue el mal manejo y el encubrimiento del PCCh sobre la pandemia.
El representante McCaul dijo en una entrevista con Fox News: “Debemos impedir que el PCCh cause más daño en medio de esta pandemia que ellos permitieron que se agrave y luego se desparrame al mundo”.
El Washington Post también informó que el asesor adjunto de seguridad nacional Matthew Pottinger dirige un equipo interinstitucional “centrado en la lucha contra la propaganda del coronavirus y la desinformación procedente del gobierno chino”.
El artículo del Washington Post decía que Pottinger fue testigo de cómo el PCCh se ocupó de las crisis internas y minimizó el problema durante la crisis del SARS, cuando trabajó en China como reportero del Wall Street Journal.
“Una guerra de información con el Partido Comunista Chino”
En un artículo de opinión en Fox News, el senador Tom Cotton también instó a “responsabilizar al partido comunista chino por desatar esta plaga en el mundo”.
El senador Cotton condenó al PCCh por encubrir la información sobre el coronavirus, amenazando a quienes lo denunciaron, como el difunto Dr. Li Wenliang: “destruyendo muestras relacionadas con el origen del virus, y cerrando un laboratorio que compartía la secuencia genética del virus en Internet”.
Dijo: “Debemos tratar esta pandemia no solo como una guerra con un patógeno mortal, sino como una guerra de información con el partido comunista chino”.
La exitosa infiltración y control del PCCh sobre ciertas entidades es especialmente evidente durante la pandemia del COVID-19, ya que estas organizaciones y medios de comunicación están ayudando al PCCh a encubrir información y a trasladar la culpa.
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Expresó su decepción por el hecho de que un portavoz del ministerio de asuntos exteriores chino insinuara que el ejército de EE. UU. podría haber llevado el virus a Wuhan. Señaló que los comentarios del portavoz “son parte de una campaña de desinformación más amplia para trasladar la culpa de esta pandemia fuera de Beijing, donde pertenece, a literalmente cualquier otra persona”.
Pidió que Estados Unidos iniciara una investigación sobre el encubrimiento del brote en Wuhan por parte del PCCh y que impusieran severas sanciones a los funcionarios del PCCh responsables del encubrimiento. Dijo que presentó un proyecto de ley a principios de abril para hacer posible tales sanciones.
También instó a los Estados Unidos a “restringir los órganos de propaganda china que siembran la desinformación dentro de los Estados Unidos, como el periódico patrocinado por el estado, China Daily, y los Institutos Confucio en los campus universitarios”.
En su opinión, el PCCh también debe pagar por el daño que ha causado al mundo y ser degradado “de posiciones de prominencia en instituciones internacionales como las Naciones Unidas, así como de los organismos de establecimiento de normas técnicas que Beijing ha cooptado en los últimos años para promover la tecnología china”.
El senador Cotton también advirtió que la “dependencia de Estados Unidos de China para productos esenciales como medicinas, máscaras y otros productos de importancia estratégica” ha dado al PCCh la posibilidad de influir en otros países. Dijo: “Sacar nuestras cadenas de suministro más sensibles de China debe ser, por lo tanto, una prioridad máxima”.
Dijo que “esta crisis ha demostrado que el comunismo chino es una grave aflicción cuyo dolor se siente no solo por sus súbditos sino por el mundo entero”.
Concluyó que: “Debemos tratar al PCCh como lo haríamos con cualquier enfermedad seria: inmediata y agresivamente”.
Fuente: BLes